TTodas las personas nacemos en sociedades que tienen una estructura, no evidente a simple vista, pero que clasifica a priori a cada persona en función de su sexo, jerarquizando las diferencias entre mujeres y hombres. Este hecho nos produce una escisión profunda pues aprendemos a vivir en ese desgarramiento de nuestra personalidad, separadas/os, no sólo por nuestras aptitudes e intereses, competencias y vocaciones, sino también separadas, las mujeres y los hombres, por nuestros sentimientos, emociones y actitudes (Sanz, Fina).

Las distintas dinámicas y ejercicios de este taller permiten que cada persona pueda revisar la influencia que ha tenido en su vida, la tradición sociocultural patriarcal en la que hemos sido formadas todas las personas; permite conocer hasta qué punto llega a afectar las emociones, los comportamientos, la vivencia del cuerpo y la expresión de la sexualidad de hombres y mujeres.

En este taller, se toma conciencia de la dicotomía mente-cuerpo y dolor-placer, propia de la tradición cultural patriarcal y de sus implicaciones en la vida de cada persona (mente, cuerpo, emociones, espíritu y sexualidad). Se abordan aspectos como el psico-erotismo femenino o globalidad erótica; el psico-erotismo masculino o la genitalidad, así como la respiración, la relajación y la apertura de los sentidos. El taller ayuda a recuperar el poder que proporciona el conocimiento y la aceptación de sí misma/mismo; contribuye a que las personas aprendan a escucharse, a comprenderse, a valorarse, a tratarse bien y a vincularse desde el buentrato consigo misma/o y con las y los demás.